Sebastián Lopez El Relicario y la ermita de Ntra. Señora de la Bienvenida en 1751

En el Archivo Municipal de Talavera existe una causa sobre el hurto llevado a cabo por Sebastián López, alias El Relicario en la ermita de Ntra. Señora de la Bienvenida de San Martín de Valdepusa, descubrimos parte de la historia y ña devoción que se tenía en Valdepusa a esta Virgen.

La festividad de la Bienvenida


El 2 de Mayo de 1751, como era costumbre se celebraba la romería de Ntra. Señora de la Bienvenida, en la dehesa de Pusa. Ese año entre la multitud de visitantes que se pasaron por la pradera de la ermita y visitaron los puestos de los vendedores ambulantes, se encontraba Sebastián López, apodado El Relicario, era natural de Navalucillos de Toledo, y su fama en la comarca no era su mejor presentación, al parecer y según varias declaraciones tomadas por el Alcalde Ordinario de San Martín a cuatro muchachas, los hechos fueron de la siguiente forma; una de las muchachas vio a El Relicario dentro de la ermita sentado frente a la cera de exvotos que los romeros y devotoa dejaban como ofrenda para que obraran los milagros de la Virgen.

Romeria junto a la ermita s XVIII

Los hechos del hurto.

La muchacha no le dio mayor importancia, a eso de el mediodía, las cuatro amigas deciden tomar el camino de regreso hacia San Martín, cerca del denominado Corral de las Vacas se encuentran con El Relicario que les pregunta si se han encontrado dos varas de paño que se le habían perdido, las muchachas dijeron que no, pero con el aire vieron que debajo de la capa llevaba una mano de cera negra y otras de cera mas blanca, como le habían visto en la ermita supusieron que era la cera para los milagros de Nuestra Señora, por lo que volvieron a la romería y dieron cuenta al ermitaño Sebastián Ruiz Asperilla, quien en compañía de otros hombres salieron en su búsqueda y le encontraron bajo una encina machacando la cera. Tras una persecución le detuvieron los guardas de la dehesa.
El Relicario fue llevado a la cárcel de San Martín, quien ante Juan Martín de la Plaza, Alcalde Mayor confesó que había cogido la cera pero para colocarla, pero dado a que había bebido bastante vino en la romería y haber comido poco, se la quedó.

Exvotos de cera


Otros datos interesantes de su declaración son que en Navidad se trasladó a Pueblanueva a recoger la aceituna de la casa y granja que los padres Dominicos del Convento de Talavera tienen en el lugar de Las Abierta y después de abril pasó a trabajar en las caleras de Pueblanueva.

Los datos históricos que nos aporta el documento.

De este acontecimiento podemos sacar las siguientes concusiones históricas sobre la ermita de la Bienvenida:
Primera, que la romería era bastante importante en la comarca, donde además del culto había mercado, bebidas y bailes, como también atestiguaron las muchachas.
Por otra parte, que existía una gran devoción a la Virgen de la Bienvenida, tanto por la asistencia de devotos, como por las ofrendas a la Virgen, por lo que se la consideraba una imagen muy milagrera.
Además este documento certifica que la festividad de la romería de la Virgen de la Bienvenida se celebraba el tercer domingo de pascua, es decir el tercer domingo después del Domingo de Resurrección, puesto que el 2 de mayo de 1751 fue domingo y la Semana Santa ese año fue del Jueves Santo fue el 8 de abril, Domingo de Resurrección el 11 de abril.
Se confirma que en 1751 la festividad de Ntra. Señora de la Bienvenida estaba por encima de la del Santísimo Cristo de Valdelpozo, dado que los hechos se producen un 2 de mayo víspera de la festividad de la Cruz de Mayo el día 3 un día importante para la Cofradía de la Vera Cruz, por lo que tanto la fiesta como la Cofradía era una fiesta bastante cerrada, exclusivas para los cofrades. Once años después en 1762 se tuvieron que redactar nuevos estatutos, mas abiertos, pues por la falta de culto, la Cofradía estaba a punto de desaparecer.
Quinta El Relicario estuvo en la recogida de la aceituna en Las Abiertas, por lo podemos determinar que la actividad olivarera de San Bartolomé y Pueblanueva se remonta al menos a cuatro siglos atrás.

La sentencia.

¿Qué fue de El Relicario? No tuvo buen final, al menos en el ámbito judicial. Estando preso en la cárcel de San Martín, fue requerido por D. Francisco de Alponte y Díaz, juez de la Santa Hermandad Real y Vieja se Talavera por otra causa que se seguía contra el por el robo de unas colmenas al Teniente Cura de Navalucillos Salvador Fernández de la Sierra en los días de pascua de la Navidad. Esta debió ser la causa por la que abandonó Navalucillos para marchar a Pueblanueva.

Causa existente en el Archivo Municipal de Talavera


De la unión de las dos causas, la de San Martín de Valdepusa y la de Navalucillos de Talavera, se dictó sentencia en abril de 1752, bastante dura y ejemplarizante por haber profanado un lugar sagrado, se le condenó a diez años de prestación de servicios a su Majestad, vamos al ejercito. Por ello se le iba a enviar al Regimiento de Infantería Toledo, pero no le aceptaron, pues ya años anteriores había desertado, propusieron que sirviera en Zamora o Ciudad Rodrigo, tampoco fue aceptado y al final fue entregado a un sargento del Regimiento de Infantería de Soria.
Hasta aquí la historia de un hurto de cera que da a conocer un poco mas de nuestra historia.

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