La impronta que los españoles dejamos en América esta en la lengua y la cultura en común, con sus luces y sus sombras.
El valdepuseño, fiel compañero de Hernán Cortés.
Ante el descubrimiento del nuevo mundo fueron muchos los que buscaron a otro lado del océano mejor fortuna que la que les prestaba su propia tierra.
Uno de ellos fue Francisco de Solís, natural de San Martín de Valdepusa quien aparece en la Historia verdadera de la Nueva España escrita por el medinense Bernal Díaz del Castillo como capitán de los soldados del extremeño Hernán Cortes y que participó en la conquista de Yucatán.
Los Solís, una noble familia extremeña.
Los Solís fueron una de las familias más importantes de Salamanca, que posteriormente pasaron a Extremadura. Probablemente un descendiente de esa rama extremeña recaló en San Martín de Valdepusa, pues no hay que olvidar que Don Vasco de Ribera, señor de Valdepusa, fue obispo de Coria y durante su obispado en Extremadura existió un enfrentamiento por el poder dentro de la Orden de Alcántara entre los Solís, descendientes de Gómez Cáceres de Solís, los Monroy y los Gómez Suárez de Figueroa quienes al ganar la contienda, expulsaron a parte los Solís.

Más próximo a San Martín un hijo de Gómez Cáceres de Solís, Gutierre casó con Juana de Toledo hija de los Condes de Oropesa.
Fuere de una forma u otra lo cierto es que Francisco de Solís, dice que “es natural de San Martin de Valdepusa, que es en las montañas, hijo de Francisco de Solís y Beatriz Xuarez”, también en su hoja de servicios y méritos redactada en Valladolid (México) el 9 de mayo de 1545, se dice que es de linaje hidalgo.
Sus servicios fueron recompensados con encomiendas.
Antes de pasar con Hernán Cortés a Nueva España (México) estuvo en la isla de Cuba. Ya en territorio azteca, participó en la conquista de Tepeaca, donde fundaron el 4 de septiembre de 1520 la ciudad Villa Segura de la Frontera, en dicha fundación nuestro paisano fue nombrado regidor. Esa ciudad, hoy llamada Tepeaca, tiene mas de 80.000 habitantes.

Tras la conquista de este territorio, Cortés envió a Solís ir a por una recua de mulas a Jamaica, lo que demuestra que era una persona de su total confianza, pues fue el mismo Hernán Cortés quien firmó como testigo en su hoja de servicios y méritos citada anteriormente y que se conserva en el Archivo de Simancas.
De sus andanzas por el Nuevo Mundo, nos dejó este resumen cuando las mujeres y descendientes de los primeros conquistadores de México solicitaron repartimientos de tierras.
“…que pasó a Nueva España con el Marqués del Valle (Hernán Cortés) y se halló en la conquista y toma de esta Nueva España y de la ciudad de México, y en la de Mechoacán, y la mar del Sur y los Zopotecas y las Higueras y nombran personas que dice que lo saben y que habrá veinte años que pasó, y dice que tiene diecisiete hijos y entre las cuales son las cuatro hijas algunas para casar y ha tenido su casa siempre muy poblada con gran familia, armas y caballos, y tiene a su costa veinticinco personas españolas arriba, e tiene encomienda en Tacotepec y Temohac.”
Las encomiendas eran un premio dado por la Corona a los conquistadores por los servicios prestados, les asignaban unos indígenas con la obligación de evangelizarles y a su vez se quedaban con los beneficios de su trabajo.

Casual o no, lo cierto es que una de las encomiendas de Solís, la de Temohac, su iglesia está dedicada a San Martín Obispo y fue fundada en 1545.
Su enfrentamiento con Catalina Juárez, esposa de Cortés
Pero quizás nuestro paisano es mas conocido históricamente por la discusión que mantuvo con la mujer de Cortés, lo que la llevó a su muerte, que por sus conquistas territoriales.

Los hechos acontecieron así; la noche del 1 de Noviembre de 1522, se encontraban cenando en casa de Hernán Cortes en Coyoacan (México) gentes de confianza, entre ellos Francisco Solís y junto Catalina Juárez, esposa de Cortés, con la que el conquistador llevaba casado 5 años.
Sabida era la fama de mujeriego de Hernán Cortes, sus relaciones con Malinche, la amante y traductora nativa (a la que se debe gran parte del éxito de este en la conquista) y con otras nativas incluso en presencia de su mujer Catalina Juárez. En un momento tras el banquete, nuestro paisano Francisco de Solís, se enfrento a Catalina sobre los celos de esta y la mujer de Cortes les dijo defendiendo la futura fidelidad de su marido «yo os prometo que ante de muchos días hare de manera que no tenga nadie que entender con lo mío» a lo que Cortes la respondió: «con lo vuestro señora, yo no quiero nada».
Esa noche Catalina fue estrangulada, apareció muerta en su cama con las cuentas de un collar de perlas esparcidas por el lecho, no sabemos si Francisco de Solís fue el asesino o su propio marido, lo cierto es que años mas tarde la familia de la fallecida inculpo a Cortes pero nunca se llego a juicio.
Su hijo fue regidor de ciudad de México
Un hijo de nuestro paisano, también llamado Francisco de Solís, obtuvo el oficio de regidor de la ciudad de México en 1604, fue procurador mayor en 1605, 1607 y 1609
y procurador general en 1611, lo que le llevó a vivir esta rocambolesca historia:
El procurador general tenía prohibido tratar asuntos privados en España mientras estaba en funciones, cosa que hizo Francisco de Solís descuidando, por ese motivo, los asuntos de la ciudad de México. El fiscal del rey de Consejo de Indias pidió, por lo tanto, al cabildo, que hicieraregresar a Solís a México. Cuando ya venía de regreso fue tomado prisionero en el mar por los piratas y llevado cautivo a Argel en donde sufrió muchas penalidades pues para vivir tenía que pedir limosna. Su esposa intervino ante el cabildo para que la ciudad pagara su rescate enconcepto de préstamo y se comprometió a que su esposo pagaría la deuda al cabildo a su regreso. El ayuntamiento estuvo de acuerdo en enviar los mil ducados que pedían como rescate.
Solís había abandonado la Nueva España en 1611 y la petición al cabildo fue hecha por su esposa en 1623. No era una familia extremadamente rica puesto que no pudo disponer del dinero del rescate. Cuando dejó de ser regidor en 1640, ocupó su puesto un hijo del mismo nombre.
Ambos fueron descendientes de Francisco de Solís quien había participado en la conquista y había tenido a su cargo la persona de Mocte zuma. Más adelante se estableció como vecino de la ciudad de México y tuvo una familia muy numerosa, de catorce hijos. 53 Existe una carta del virrey Antonio de Mendoza dirigida al rey de España en la que recomendaba a su esposa e hijos cuando murió en 1550. Tenían ciertos pueblos en encomienda pero no tenían una gran fortuna por lo que la viuda pedía al rey que de los tributos de esos pueblos encomendados, se le permitiera dotar a sus hijas para que pudieran casarse.
Hasta aquí la historia de nuestro conquistador, muchos otros valdepuseños siguieron los pasos de Solís, principalmente durante el siglo XVII, por citar a algunos de ellos;
De San Martín de Valdepusa; Juan de Cebreros a Perú o Alonso de Espinosa Alférez o Francisco de Alfaro a Nueva España.
De Navalmoral de Pusa; Melchor Rodríguez con su mujer y dos hijas y su hermano Juan Rodríguez a Nueva España.