
La historia nos muestra que en varias epocas los fenómenos meteorológicos en Valdepusa han sido muy adversos y extremos, desde vientos huracanados, grandes tormentas, tornados, grandes sequías, etc. Repasamos algunos de ellos para tener una visión más amplia de nuestro clima.
Siglo XV y XVI
Uno de los primeros datos históricos de grandes lluvias, le tenemos en el otoño de 1420 en las crónicas de la huida del rey Juan II de Talavera y su paso por Malpica, en esa crónica se cuenta que el rey tenía pensado cruzar el Tajo por el puente romano de Talavera, pero las grandes lluvias le hicieron dirigirse hacia Malpica y cruzar con la barca allí existente.
En las Relaciones Topográficas de Felipe II de 1578 reealizadas en San Martín de Valdepusa, los testigos declaran que se celebraba desde hace más de setenta años la festividad de Santa Isabel de Portugal el 4 de julio, pues dicho día falleció ahogado un pastor por la crecida del arroyo Navacorchos como consecencia de una gran tormenta de verano.
En 1521 se habla de una gran sequía en toda la provincia, no así en la Meseta Norte fue una primavera muy lluviosa, pues el 23 de abril era tal la lluvia y el barrizal en la campa de Villalar de Campos, que fue una de las causas de la derrota Comunera a manos de las tropas imperiales de Carlos I.
También en la segunda mitad del siglo XVI hubo grandes sequías, concretamente los años 1561, 1567 y 1578 con prácticamente sin ninguna precipitación en toda la primavera, lo que ocasionó varias plagas, entre ellas la de la temible langosta.
En 1589, se produjo una gran tormenta que quedó descrita en los libros parroquiales de San Martín,
Siglo XVII y XVIII
En 1777 tuvo lugar una gran crecida del arroyo Navajatas que llegó a saltar el puente de San Martín, que no era el actual, sino otro más modesto.
En 1787 dicen las crónicas que hubo avenidas mayores que las de 1777 del mismo arroyo.
En 1791 unos fuertes vientos huracanados causan grandes destrozos en los olivos y otros árboles en toda la comarca.
Sólo dos años después, en 1793, vuelven las fuertes lluvias, fue tal la crecida del Tajo que se llevó por delante la presa de El Sotillo en Malpica. Ese mismo año tanemos se crónica de viajes del coruñés José Cornide, que en su viaje de San Bartolomé de las Abiertas a Los Navalmorales , el 13 de abril describe que el Pusa traía una gran crecida a la altura del puente de Malpasillo, en Santa Ana, el cual había sufrido algunos desperfectos.
Se finaliza el siglo XVIII con una visita real a Valdepusa la del rey Carlos IV en enero del 1796 cuando iba camino de Extremadura, estuvo de caza en Los Jarales, las cronicas hablan de grandes nevadas ese año.
Siglo XIX y XX
El 8 de abril de 1834, era tal la sequía que los sanmartileños tuvieron que sacar al Cristo de la Quinta (destruido en la Guerra Civil) para hacer rogativas, dos meses más tarde el 15 de junio cayó tal tormenta que el agua de las crecidad de los arrooyos, rompió paredes de las huertas e inundó la posada de la localidad.
En marzo de 1838 cuenta D. Méndez Alvaro, por aquel entonces médico de Navalmoral de Pusa, que tras su huida de Navalmoral, por la llegada de los carlistas, y tras pasar la noche en San Martín en casa de un amigo, cogió el camino de Pueblanueva y tuvo que cruzar el río Pusa a pie, pues la mula no pudo cruzar de la crecida y al cruzar dicho camino el rio, el agua le llegaba por encima de la cintura.
El 30 de junio de 1868 el periódico El Tajo describía así la tormenta que se produjo el día 26 de junio.
Una calamidad más. Con harto dolor tenemos que consignar los estragos que están consignando las nubes en varios pueblos de la provincia que abrigaban fundadas esperanzas de una gran cosecha. En este momento hemos recibido la noticia de que una horrosa tormenta que descargó la noche del 26, en los pueblos de San Martín de Pusa, Los Navalmorales y Villarejo de Montalbán, h destruido y arrasado los campos, sumiendo en la mayor miseria a los labradores de estos pueblos.
En 1872 una gran sequía hace que en San Martín no hubiera agua potable para la población, por lo que el ayuntamiento decide realizar una exploración en la zona sur del término en búsqueda de manantiales, encontrando un fuentarrón en el reguero Cañas.
Ya en el siglo XX, toda la comarca sufrió la gran sequía de 1907, donde varios pueblos, entre ellos San Martín, tuvieron que volver a buscar nuevos manantiales para poder abastecer a la población.
El 31 de marzo de 1925 una tormenta con gran aparato eléctrico dejo huella en San Martín, toda vez que afectó seriamente a la Iglesia, así lo describía un periódico de la época:
«Durante la tormenta que el día 31 descargó sobre el valle del Pusa cayeron varias chispas en la iglesia de la villa de San Martín (partido judicial de Navahermosa). Una de ellas fue recogida por la veleta de la torre del templo parroquial; destrozo parte de la cúpula, y saliendo la dirección de una de sus chispas y desprendió la esfera del reloj , que desde esa altura cayo al suelo; entró en el templo por una ventana del coro, volvió a salir al exterior, bordeando la hornacina de San Martín, sin tocar a la imagen, a pesar de destruir parte do la cornisa en que esta colocada, y volviendo a entrar en el templo por la puerta principal, levantó en la nave central de la Iglesia las baldosas en varios sitios.
No produjo daño en las capillas ni el hermoso y artístico retablo del altar mayor.
El trueno que precedió a la chispa eléctrica causó tal trepidación, que se rompieron los cristales de las casas próximas a la iglesia y se cayeron las vajillas de los vasares.
Establecidos los ánimos de la tremenda emoción surgida, las autoridades acordonaron la iglesia y Guardia Civil organizó vigilancia permanente para impedir el tránsito por las calles cercanas al templo. El cura, D. Jesús Martín, y el alcalde, D. Regino Manzanero, marcharon inmediatamente a Los Navalmorales, para dar cuenta de lo sucedido al arcipreste y telegrafiar al Cardenal Primado y al Gobernador Civil.
Se espera la llegada de un arquitecto que reconozca el estado de la iglesia y tome las debidas precauciones en evitación de desgracias.
Para los cultos y servicio parroquial se ha habilitado la capilla Santísimo Cristo de Valdelpozo»
Ya en la postguerra, en los primeros días de marzo 1947 se registró un gran temporal de agua, con inundaciones en Los Navalmorales y pueblos cercanos como Retamoso. En Talavera se derrumbo parte de puente romano.

Temporales similares al de 1947 se produjeron en 1964 y 1970, el periódico El Alcázar, hablaba así de la situaciòn de los ríos el 27 de febrero de 1964;
“ Las recientes, constantes y abundantes lluvias caídas durante estos días en toda la geografía española han tenido dentro de nuestra provincia su particular edición de un sin número de daños que afectan a no pocas poblaciones. […] Naturalmente, las zonas más afectadas han sido aquellas vegas […] del Tajo, del Alberche, del Gévalo, del Riánsares, del Pusa, del Algodor o del Amarguillo.
Ya próximo a finalizar el siglo XX, el 23 de julio de 1997 una gran tormenta hizo que la crecida del arroyo Navajatas casi tapara el puente de San Martín, llevándose con ella diversos enseres, y que aguas abajo rompiera la tapia de El Molinillo en inundara la huerta.
Siglo XXI
En el actual siglo han segido padeciendo Valdepusa diversos fenómenos climatológicos, sin embargo podemos decir que de forma más «desordenada» quizás por el fenómeno del cambio climático, que se puede resumir en menores precipataciones, sequías más prolongadad, subida de las temperaturas en todas las epocas del año, casi ausencia de nieves, aparición del tornados o vientos huracanados y fenómenos tormentosos en cualquier estación.
El cuadro adjunto se muestran las precipitaciones anuales en la provincia de Toledo desde 1909 hasta el 2010, en el se aprecia la fuerte bajada de esas precipitaciones desde 1980.
Lo cierto es que estamos en un ciclo meteorologico que da la razón a los pronósticos realizados con motivo del Cambio Climatico.

Fuentes:
El Estado de Valdepues y Malpica. Arsenio Talavera.
Inundaciones y riadas históricas en la provincia de Toledo. David López-Rey Lumbreras.
Huellas. Pedro Fernandez Manzanero.