El camino extremeño de Valdepusa en una novela del siglo XlX.

La tierra de Valdepusa no se ha significado por ser atravesada por itinerarios o caminos reales, aún así sirvió para localizar por su paso una novela histórica escrita en 1866 por Don Torcuato Tárrago y Mateos. Pero veamos primeramente los caminos de Valdepusa a lo largo de la historia.

Los caminos de Valdepusa.

Más tarde allá por el siglo XVI, Hernando de Colón, hijo ilegítimo del descibridor, en su obra enciclopedia geografica de España nos habla del camino que unía Mensegar con Espinoso, cruzando el Tajo con la barca a Malpica y de ahí a San Martín de Valdepusa y Espinoso, es decir una variante de unión del Camino Real a Guadalupe con el Camino Eclesiástico de Toledo a Guadalupe, el mismo que utilizó de regreso de su pelegrinación Santa Teresa hasta la Puebla de Montalbán.

En epoca romana, hay historiadores que mantienen que desde Toletum (Toledo) a Augusta Emerita (Mérida) existía una alternativa al itinerario Antonino, un camino al sur del río Tajo y al norte de los Montes de Toledo que uniría estas dos ciudades. Existen vestigios romanos que pueden confirmar esta teoría.

También a finales del XVI, está descrito el paso de compañías de soldados por Valdepusa, bien camino de Toledo a Extremadura o Talavera e incluso desde Granada hasta Talavera, Madrid o Castilla La Vieja.

D. José Cornide y Saavedra

Estos antiguos caminos tambien fueron andados por viajeros del siglo XVIII y XIX, así el geógrafo José Cornide en febrero de 1793, se adentra en Valdepusa desde San Bartolomé de las Abiertas hasta Navalmoral de Pusa, cruzando el Pusa por Malpasillo en Santa Ana y divisando los valles del Pusa y los arroyos de Macarro y Los Alamos hasta San Martín.

Parece ser que en la segunda mitad del siglo XIX, el viajero granadino D. Torcuato Tárrago y Mateos, debió realizar un viaje cruzando tierras de Montalbán y Valdepusa hacia Extremadura y así lo plasmó en su novela histórica «El dedo de Dios».

La novela

Bajo el título «El dedo de Dios», Torcuato crea una novela de aventuras y de lectura fácil, donde cuenta las intrigas existentes en Castilla durante el reinado de Enrique IV y cómo dos jóvenes nobles; Rodrigo Ponce de León, conde de Arcos y Luis Álvarez de Osorio, hijo del conde de Trastamara, tratarán de evitar que Don Fradique Enríquez, Almirante de Castilla, conspire para derrocar al rey castellano, promoviendo el matrimonio entre la hermana de Alfonso V de Portugal y el príncipe Carlos de Aragón, así como de los amores no correspondidos de los jóvenes nobles con damas de su entorno.

El autor

D. Torcuato Tárrago

Torcuto Tárrago y Mateos, nació el día 10 de mayo de 1822 en Guadix (Granada), hijo de juez, junto con Pedro Antonio de Alarcón emprendió la publicación en Cádiz y Granada de El Eco de Occidente, semanario de literatura, ciencias tras tres años, obtiene el dinero necesario para ir a Madrid. Tras breve estancia en la capital, Tárrago y Mateos vuelve a Andalucía, donde escribió tres de sus novelas más populares: El Gran Capitán, Los huracanes de la vida y El Ángel de la venganza. No obstante, en 1860 regresó a Madrid como director del periódico La Verdad. Sería en Madrid donde escribiría la novela El dedo de Dios.

Con más de treinta novelas publicadas, se le considera uno de los cuatro pilares que sustentaron la novela histórica española a mediados del siglo XIX, representada principalmente por Fernández y González, Ortega y Frías, Pérez Escrich y nuestro autor. Aun hoy siguen editándose novelas de D. Torcuato, y con el paso del tiempo el conjunto de su obra ha sido más valorada que en los años en los que se editó. Funcionario del Estado, murió pobre y prácticamente olvidado, el 16 de noviembre de 1889 en su casa de Carabanchel Alto.

La novela y Valdepusa

La profesión de funcionario del Don Torcuato le llevó durante algunos años a estar destinado en Toledo en la Administración de la Hacienda Publica, eso, unido a su gusto por los viajes, hizo que conociera parte de los municipios toledanos que menciona en su novela.

La mención que hace a San Martín de Pusa, forma parte importante de la trama de la novela, pues a cada uno de los dos jóvenes nobles les entregan de forma secreta un pergamino en latín; a uno le hace la entrega el arzobispo de Sevilla y al otro una monja del convento toledano de Santo Domingo el Real. En los pergaminos se les insta a viajar a Portugal, durante el camino tienen que localizar a un peregrino que vuelve del país luso, siguiento el camino a San Martín de Pusa hasta Trujillo y de la ciudad extremeña hasta nuestro país vecino.

Página de la novela con la descripción del pergamino.

En un mesón de Trujillo encuentran a un caballero que les traduce el contenido del pergamino

Con tan mala suerte que el caballero era el propio Almirante de Castilla al que debían arrebatar el compromiso de boda entre la hija de rey de Portugal, Alfonso V y el príncipe Carlos de Aragón. Huye el Almirante y es perseguido por los nobles hasta el monasterio de Guadalupe, cuando llegan, Don Fabrique ya había salido para Toledo. Presionado el portero del monasterio, por los perseguidores, le preguntan como se llega desde allí a Toledo y el fraile les indica un itinerario pasando por Valdepusa.

Conclusiones.

La primera es que se demuestra una vez más que existía un camino alternativo desde Toledo a Extremadura pasando por Valdepusa, sin tener que pasar obligatoriamente por Talavera, cierto que sería un camino más peligroso, pero al abrigo de los peregrinos y caminantes de o hacia Guadalupe.

Lo segundo es que el autor no se documentó demasiado sobre el nombre de los pueblos en el siglo XV, pues durante el reinado de Enrique IV (1453-1474), San Martín de Pusa se denominó el Pozuelo de Valdepusa hasta 1457 y a partir de esa fecha San Martín de Valdepusa, en cambio es acertado no mencionar a Navalmoral de Pusa o Santa Ana, pues en aquel entonces, Navalmoral no, dejaba de ser una pequeña aldea dependiente de San Martín y Santa Ana, ni existía.

Y por último el autor, probablemente solo conocía el camino desde Toledo a San Martín de Pusa por Montalbán, toda vez que mientras ese tramo le describe al detalle, de San Martín a Extremadura no hace referencia a más poblaciones intermedias.

Por si alguno quiere iniciar la aventura del camino, os dejo el trayecto a pie desde San Martín a Trujillo, 145 kms, tiempo estimado 1 día y 7 horas.

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