Las Sociedades Católicas de Obreros en 1904.

El contexto histórico

En 1904 tanto Toledo ciudad, como la provincia, vivía una profunda crisis económica, el hambre se apoderaba de las clases más humildes, y los obreros, tanto industriales como agrícolas, sufrían la precariedad de los salarios y el abuso de los patrones.
A la depresión acontecida seis años antes con la pérdida de las últimas colonias, se unió una serie de malas cosechas, que hicieron que los obreros empezaran a organizarse en defensa de una vida digna y de la reclamación de derechos laborales que, hasta entonces, prácticamente, no existían.
El verano de 1904 fue un verano de protestas de los jornaleros del campo, principalmente en varias provincias de Castilla la Vieja y Toledo, donde se reivindicaba una mejora de los salarios y de la comida que formaba parte del jornal.

La presión sobre los obreros.


Por otro lado, las disputas políticas y la presión que ejercían los patronos e incluso los alcaldes sobre los obreros, estaban al orden del día.
Así sucedió en San Martín de Pusa en 1905, donde el alcalde obligó a algunos obreros a declarar en contra de un propagandista de la juventudes de Unión Republicana, el Sr. Prida, lo que propició la convocatoria de gran un mitin en este pueblo, contra éstas prácticas caciquiles, al mismo asistieron las juventudes de Unión Republicana, de Talavera, Carpio, Pueblanueva y San Bartolomé de las Abiertas, junto a las de San Martin, así como representantes llegados desde Madrid de la Federación de Juventudes Republicanas.
Con estos precedentes, se estaba abonando el nacimiento de nuevas organizaciones obreras, como la incipiente UGT. El sindicato socialista tuvo al principio mejor aceptación en la industria y el comercio, que en el campo, dado que en el medio rural la política aun seguían dividida entre partidos republicanos, conservadores o liberales e incluso de inspiración carlista y al socialismo le costaba hacerse un hueco entre tanto tradicionalismo.

El inicio del sindicalismo católico.

El cardenal Ciriaco Sancha.


En ese tradicionalismo rural, un personaje llegado a Toledo en 1898 y que había vivido toda la decadencia de la clase trabajadora, fue decisivo para la creación de organizaciones obreras en los pueblos, eso sí, de inspiración católica, ese fue el cardenal Ciriaco Sancha y Hervás, este burgalés, nacido en una familia de humildes trabajadores del campo y huérfano de madre desde los diez años, empatizaba con el sufrimiento y hambruna de los obreros, por ello, desde su sede toledana, creo en 1899 las escuelas católicas gratuitas para obreros, adecuadas a los horarios de trabajo y por edades, para luchar contra el analfabetismo. Más tarde los Círculos Católicos de Obreros, siendo el primero el de Talavera. Nacía así el sindicalismo católico que rivalizó con la UGT. También el fundó el periódico El Castellano, que se consideró un adelantado de la prensa democrática de inspiración cristiana.


Los pueblos de Valdepusa no eran ajenos a los movimientos sociales que estaban presentes en la provincia, y así el 4 de octubre de 1904 se crea en San Martin de Pusa la SOCIEDAD DE OBREROS AGRICULTORES SIMILARES Y OFICIOS VARIOS “LA FE”, había nacido el primer sindicato de obreros del campo del municipio.
Las ordenanzas de este sindicato fueron firmadas por Fructuoso López, Mateo Calderón y Rumualdo de la Iglesia y tenía su domicilio social en calle Cerrillo, número 8, domicilio del citado Mateo Calderón.
Fue Mateo el gran propulsor del sindicato, un personaje que merecería un monográfico, apodado El Manco, había nacido en Malpica, probablemente porque sus padres, que eran de San Martín de Pusa, estarían al servicio del marqués. Hombre religioso y reivindicativo donde les hubiera, de ideales carlistas y tradicionalistas, promovió esta sociedad de sindicalismo católico, que en los primeros artículos de las ordenanzas ya deja bastante clara su inspiración, así como los fines de la misma.


Las sociedades obreras católicas se podían constituir con tres fines principales; el de la mejora de las condiciones de trabajo de los obreros, de socorro mutuo, que era una especie de iguala médica, o como caja de ahorros. En la Estadística de Asociaciones Obreras del Instituto de Reformas Sociales, en la provincia de Toledo figura la Sociedad La Fe de San Martin con 16 socios a finales del año de su fundación.

Relación de Sociedades Obreras Católicas en Toledo 1904.


El asociacionismo también iba calando en Santa Ana de Pusa, y unos meses más tarde, siguiendo los pasos de San Martín, se constituye el 2 de febrero de 1905 la SOCIEDAD DE OBREROS AGRICULTORES SIMILARES Y OFICIOS VARIOS “LA ESPERANZA” domiciliada en la calle Vallejo, número, 1, siendo sus impulsores Amadeo Fernández, Fabián García y Gervasio Muñoz.


En Santa Ana parece que el sindicalismo tuvo bastante fuerza y una década después, en mayo de 1916 se crea una sociedad de socorros mutuos y una caja de ahorros.

Problemas internos y los motivos de su disolución


No pasó lo mismo con la Sociedad de Obreros de San Martín, pues a los pocos meses de su fundación fue destituido el presidente por malversación de parte de los fondos de la misma, concretamente por treinta y seis pesetas que se habían reunido por suscripción para un mitin y veintidós pesetas por otra parte. Con estos precedentes y la presión que ejercía elementos republicanos, principalmente de El Carpio sobre los obreros de San Martín, poco duraría el sindicato católico de obreros, a ello también se unió el incumplimiento por parte de los patronos y fomentado por el alcalde del incumplimiento del descanso dominical, cuya ley fue aprobada el 3 de marzo de 1904 y entró en vigor en el mes de septiembre.

inicio artículo mitin 3 de mayo 1905


Al poco tiempo de la creación del sindicalismo obrero católico en San Martín, la mayoría de los afiliados pasaron al partido Unión Republicana. San Martín se convirtió en una especie de banco de pruebas donde llegaban dirigentes políticos de este partido desde Madrid, a ensalzar el republicanismo federal de Nicolás Salmerón. Así pasó con el mitin que dieron en mayo de 1905 en plenas fiestas del Stmo. Cristo, del cual incluso se mofaba en su artículo sobre el acto Ramiro Martín, dirigente del partido en El Carpio y corresponsal del periódico republicano Idea.


Murió así el sindicalismo obrero católico, como también moriría en 1910 Unión Republicana por divergencias entre Salmerón y Larroux, formando este último con los despojos de Unión Republicana la coalición Ezquerra Catalana.
De la acción social llevada a cabo por la Sociedad La Fe, conocemos que por problemas que hubo por el precio del pan estuvieron cociendo pan durante unos treinta días para las familias de los obreros del pueblo.
Hubo otras sociedades obreras en San Martin, como la socialista que curiosamente fue disuelta en 1934 en plena república.

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