Probablemente el documento más antiguo con el que contaba el archivo municipal del ayuntamiento de San Martín de Pusa era un Libro de Cuentas del Concejo que comprendía los apuntes de ingresos, gastos y algunos nombramientos desde el año 1582 a 1595.

Estudiar los ingresos contenidos de ese histórico documento nos da una visión de la organización municipal de aquel periodo, tanto de la capacidad recaudatoria del concejo, a través de impuestos, sanciones, penas, multas, etc., de la misma forma el capítulo de gastos nos hace ver a que dedicaban lo recaudado; principalmente se destinaba a sanidad, obras públicas, la asistencia social, remediar los efectos de plagas como la de la langosta, las fiestas, celebraciones etc. Además el periodo que comprende el Libro coincide con la finalización de la construcción de la iglesia, el fallecimiento de Catalina de Ribera, esposa de don Pedro de Ribera, señor de la villa o la constitución de las ordenanzas de la Cofradía de la Vera Cruz.
Volviendo a los ingresos, en el período temporal que recoge este Libro de Cuentas, la villa de San Martín de Valdepusa contaba con unos ingresos que podríamos denominar fijos, y otros extraordinarios.
Los ingresos fijos eran:
LAS ALCABALAS; que eran un impuesto que se pagaba por las transacciones comerciales. Al ser San Martín la capital administrativa, en ella se recaudaban las de la villa de Malpica y los lugares de Navalmoral y Santa Ana, las que se tenían concertadas con don Pedro de Ribera, señor de la villa y las denominadas del viento (sobre los mercaderes forasteros que asistían a ferias) , la carnicería, la tienda, la taberna o el jabón, así como las de las heredades.
LAS TERCIAS; Se aplicaban a los corderos, el queso y la lana de Malpica, Valdepusa y Bernuy, y el pan de Malpica y Bernuy.
EL SERVICIO REAL; De Malpica, Navalmoral y Santa Ana, que podía ser ordinario o extraordinario.
LA CILLA; donde se pagaban los diezmos.
EL PADRÓN DEL MÉDICO; que pagaban tanto los vecinos, como don Pedro de Ribera, señor de la villa y algunos particulares para ayuda al salario de dicho médico.
EL PADRON DEL BARBERO; que pagaban los vecinos.
EL PADRON DE LOS SOLDADOS, que sólo aparece en algún año.
Ingresos extraordinarios provenían principalmente de algunos alquileres y arrendamientos, sanciones o penas impuestas por incumplimiento de ordenanzas, venta de algunos bienes o propiedades de la villa, etc.
La forma de conocer tanto los ingresos como los gastos de la villa se realizaba a través de las cuentas que debían entregar al concejo los mayordomos de la misma a principios del año siguiente a su mayordomía. La relación de ingresos extraordinarios por años y el mayordomo que presentó las cuentas es la siguiente:
Nota: Entre paréntesis y cursiva va la explicación de algunos ingresos. Se han puesto en negrita los nombres de los diferentes pueblos y lugares que aparecen en el Libro dentro del apartado ingresos.
Cuenta del año 1582 entregada por Lorenzo Rodríguez
.- Por el arrendamiento de las viñas de la villa a Juan de Espinosa, 25.562 maravedís y medio.
.- Por el alquiler del corral del concejo a Francisco González, 24 reales.
.- Por una pena impuesta a Diego Rodríguez, tabernero, 200 maravedís.
.- Por penas de quebrantamiento de caminos y arroyos por parte de los vecinos, 2.124 maravedís.
(Ya en el siglo XVI el concejo imponía penas a aquellos que quebrantaban caminos y arroyos, igual que en a actualidad, esos que se llaman suyo lo que es de común)
.- Por una cura que Antón de Espinoso hizo a la mujer de Bernabé López, 4 reales.
.- Por el arrendamiento de la tienda del concejo que está junto a la carnicería de la villa durante seis meses a Andrés Pérez. 6 reales y un cuartillo.
(La había arrendado todo el año pero se le quitó a la mitad para calahorra , y sólo pagó la mitad. Este año no estuvo arrendada porque se daba en ella el pan de calahorrra. La calahorra era donde se daba pan comunal al vecindario en momentos de escasez)
.- Por las alcabalas de heredades de forasteros que se habían vendido ese año: Antonio de Enciso vendió unas tierras a Diego Vélez; los herederos de Pedro de Paredes, de Talavera, vendieron unas tierras a Juan de la Cruz; Pedro del Valle, de Espinoso, vendió unas tierras a sus cuñados; el boticario Baltasar Nieto vendió unas casas a Pedro Hidalgo. Total 4360 maravedís.
Cuenta del año 1583 entregada por Pedro Martín
.- Por las alcabalas de heredades: Nicolás de Hinojosa, vecino de Talavera, vendió unas tierras al señor Belorado; Alonso de Querencia vendió una tierra a Pedro González y otra a Diego Martín: Juan López vendió una tierra a Juan de la Cruz; Bartolomé Hernández, de Las Abiertas, vendió un majuelo a ¿? Martín. Total 3.195 maravedís.
.- Por la hierba y hoja de las viñas que se vendieron a Juan Miguel, vecino de Saúca, del ducado de Medinacelli, 660 reales. (La trashumancia llegaba hasta Valdepusa, pues desde la actual provincia de Soria compraban los pastos)
.- Por una pena impuesta a los regidores de la villa por negligencia que tuvieron con el tendero, y por otra pena a Diego Rodríguez, 404 maravedís.
.- Por penas de las viñas a algunos vecinos de la villa, 691 maravedís.
.- Por una pena impuesta al licenciado Aguilar, cura de la iglesia de la villa, de la parte que le tocó pagar de los gastos de los pleitos que se han tratado con el cura de Cebolla, 26.219 maravedís.
(Estos gastos serían consecuencia del pleito que mantuvo el cura, el concejo y el Monasterio de El Escorial con el cura de Cebolla por los diezmos de Valdepusa)
Cuenta del año 1584 entregada por Bartolomé de Espinoso.
.- Por los maravedís que sobraron de los que se “se gastaron en la toma de la langosta” de 1584, los cuales son “hacienda de todos los concejos”. Además tiene “cuatro buitrones de angeo que se compraron para la toma de la dicha langosta”, 1435 maravedís.
(Los buitrones de angeo eran una especie de mangas de lienzo de “angeo” que necesitaba de seis a ocho personas para su manejo, la caza se realizaba antes de la salida del sol porque el fresco de la noche y la madrugada aletargaba a las langostas, en cambio el calor alentaba y aumentaba su capacidad de volar).

.- Por penas de ganados que entraron en las viñas cuando estaban acotadas y se guardaban por la justicia para vender la hoja, 5.050 maravedís.
.- Por penas impuestas por la villa a Juan González Escalonilla, Pedro de ¿Quintanilla?, Juan Gómez de Dueñas y Bartolomé del Cerro por no obedecer sus mandatos y no querer dar bagajes (equipamiento) para los soldados, 750 maravedís.
.- Por penas que les impusieron a Francisco de Toledo, tendero de aceites y pescado; Juan de Toledo, tabernero; y de Diego Sánchez, panadero, por “faltas que cada uno hizo en su oficio”, 1.408 maravedís.
(Las faltas de oficio refiere, principalmente, a disconformidades con las medidas y pesos)
.- Por el alquiler de la tienda del concejo a Juan del Prado, 24 reales.
.- Por las alcabalas de heredades: Antón de Espinoso compró una tierra a Bañares, vecino de Cebolla, a la Mata del Lobo; Bartolomé Gómez, herrador, compró un majuelo a los herederos de Gaitán, barbero; y Lorenzo Rodríguez compró una herrén y majuelo a la mujer de Gaspar Pérez de San Bartolomé. Total 1904 maravedís.
Cuenta del año de 1585 entregada por Juan Romero.
.- Por lo que recibió de Juan Muñoz, mayordomo el monasterio de San Lorenzo el Real, de la parte que les tocó de los gastos hechos en seguimiento del pleito contra el cura de Cebolla, 23.223 maravedís.
.- Por la alcabala de las heredades: Juan López, vecino de San Bartolomé, vendió una tierra a Diego Martín, vecino de esta villa, en término de ella, 44 reales.
.- Por la pena impuesta a Bartolomé de Espinoso por haber entrado en un camino en un herrenal tejar, 5 reales.
.- Por las penas de los ganados que entraron en las viñas, 191 maravedís.
.- Por una pena impuesta a Francisco Sánchez Campillo, carnicero de la villa, por una falta que hizo en su oficio, 6 reales.
.- Por lo que cobró de la villa de Malpica de la parte que le tocó pagar para la obra de los puentes de Madrid, 665 maravedís.

.- Por lo que cobró del lugar de Navalmoral por la misma razón, 1900 maravedís.
.- Por lo que cobró del lugar de Santa Ana, por lo mismo, 760 maravedís.
(Las aportaciones de los pueblos se refiere principalmente a los gastos de la construcción que mandó realizar en 1574 Felipe II del puente de Segovia y finalizó en 1584 según proyecto de Juan de Herrera, el coste del puente fue de 200.000 ducados que fue sufragado por casi todo el reino mediante reparticiones y sisas).
.- Por lo que cobró de Malpica de lo que le correspondió pagar por el reparto hecho a toda esta tierra, por Provisión Real, para la navegación del río Tajo, 1723 maravedís.
.- Por lo que cobró de Navalmoral por la misma razón, 4.922 maravedís.
.- Por lo que cobró de Santa Ana por la misma razón, 1970 maravedís.
(Felipe II estaba convencido que se podía hacer navegable el Tajo, por ello se empeñó en llevar a cabo el proyecto presentado por el italiano Antonelli y para tan faraónica obra, se aprobó que fuera sufragado el proyecto por todas las localidades afectadas pensando en el beneficio económico importante que obtendrían, señalándose tres plazos para el abono de las respectivas cantidades a los municipios, pues la navegabilidad del Tajo conllevaba la comercialización de productos españoles)

.- Por el alquiler de la tienda que el concejo tiene junto a la carnicería, 24 reales.
Cuenta del año 1586 entregada por Juan de Querencia.
.- Por la limosna que da don Pedro para ayuda del salario del médico por curar a los pobres de esta villa y de Navalmoral, Santa Ana y Malpica, que ha cobrado de Miguel de Belorado, mayordomo de Don Pedro, 3.000 maravedís.
.- Por la ayuda que dan Miguel de Belorado, Juan de Espinosa, Diego Vélez, Juan Muñoz y el bachiller Ortega, “por concierto de sus voluntades para ayuda al salario del dicho médico” 4.000 maravedís.
(Al médico le pagaba el concejo, la aportación del señor de la villa y lo que cobraba de los vecinos enfermos y las aportaciones voluntarias de particulares, generalmente aquellos vecinos más pudientes)
.- Por un verraco (podría ser el guarro de San Antón) de la villa que se vendió a Andrés de Alarcón, vecino de ella, 6 ducados.
.- Por el alquiler de la tienda del concejo a Diego de la Llave, 40 reales.
.- Por la renta y alquiler del corral del concejo a Francisco González, vecino de esta villa, 16 reales.
.- Por lo que cobró de Juan Gómez y Francisco Pérez, del tiempo que fueron panaderos de la villa, 2.408 maravedís.
.- Por la pena impuesta a Diego Rodríguez, tendero, porque vendió queso a más precio de lo que le costaba sin declararlo, 6 reales.
.- Por las penas a oficiales, por haber cometido faltas; y a vecinos de la villa, por haber vendido sin posturas de regidores: Diego Rodríguez, tendero y tabernero, Agustín Gaitán, que vendió vino; Pedro de Escobar, por lo mismo; Pedro Hernández, que vendió vinagre; Juan Esteban “que tapió fuera de su posesión al arroyo”; Miguel Rodríguez, que vendió leche; Diego Martín Canalejo, que vendió vino; Juan Gómez y Francisco Pérez, panaderos, por faltas de pan. Total 1352 maravedís.
(Se refiere que realizaron actividades comerciales u obras, sin consentimiento de los regidores)
.- Por las heredades que se han vendido: Pascual García compró unas casas a Bartolomé Gutiérrez; Ana Rodríguez vendió unas tierras a Pedro de Espinoso y a Belorado; Juan Blázquez vendió una tierra a Juan Rodríguez de la Espada y tres pedazos a Pedro González, a Pedro López y a Juan García, jardinero. Total 1.754 maravedís.
.- Por cuatro buitrones de angeo que se vendieron de los que habían sobrado de los de la toma de langosta, 32 reales.
.- Por la pena impuesta a Bartolomé de Espinoso, vecino de esta villa, por haber vendido sardinas sin postura de regidores, 4 reales.
Cuenta del año 1587 entregada por Diego Martín Canalejo.
.- Por el alquiler de la tienda del concejo a María de Espinoso, viuda de Francisco Gómez, 16 reales.
.- Por la alcabala de heredades “que han vendido personas forasteros de esta jurisdicción”: Pascual García, vecino de Mesegar, vendió una tierra a Juan Díaz de Aguero, y un herrén a Alonso Sánchez Peraile; Luis Gómez, vecino del Villarejo, vendió unas olivas, casas y majuelo a Francisco Méndez; Diego Gómez, vecino del Villarejo, vendió unas tierras a Juan Sánchez Pulido; Jerónimo de Paredes vendió unos majuelos a Bartolomé de Espinoso y a Pedro Blázquez; Ana Rodríguez, vendió unas tierras en la Roca Vieja a uno de Navalmoral; y un vecino de Cebolla vendió unas casas a Alonso García, arriero. Total 13.885 maravedís
Cuenta del año 1588 entregada Diego Díaz.
.- Por la alcabala que paga don Pedro de Ribera, señor de la villa, por el concierto que tienen hecho de la prorrogación de las alcabalas; y por la alcabala de la dehesa de Valdepusa “por los herbajeros y personas forasteras que labran y pacen en la dicha dehesa”, 50.000 maravedís.
(Las alcabalas a forasteros era una impuesto que pretendía salvaguardar la economía local, es decir aquellos que venían de fuera para aprovecharse de los recursos del territorio, pagaban el impuesto)
.- Por la alcabala de heredades: Luis Gómez, vecino del Villarejo, vendió unas casas y tierras a Agustín Gaitán; Juan García, menor, trocó unas tierras con Juan Gómez, de Miguel Gómez; Juan de Almodóvar, vecino de Navalucillos, vendió un majuelo y ciertas tierras. Total 3.700 maravedís
Cuenta del año 1589 entregada por Alonso Sánchez Peraile.
.- Por el alquiler de la tienda de aceite y pescado a Diego Rodríguez, vecino de la villa, 15.000 maravedís
.- Por la alcabala de heredades: Bartolomé Sánchez y Ana López, vecinos de Navalmoral, vendieron una casa a Juan ¿?; Luis Gómez vendió una tierra a Juan de Laredo; la mujer de Pascual García, vecino de Mesegar, vendió una frontera herrén a Pedro Hidalgo, vecino de esta villa. Total 2.070 maravedís
.- Por la alcabala de una frontera que Alonso de Espinoso, hijo de Alonso de Espinoso, compró a Pedro de Espinoso, su sobrino, por veinte ducados y no la declaró, 2 ducados.
.- Por lo que cobró de Alonso de Espinoso, porque “no quiso que se cogiese médico e hizo requerimiento y se quedó en aventura al concejo, y el médico le curó, y ha de haber el concejo las visitas, y así por quince días que le curó se tasó que diese dos ducados”, 2 ducados.
Cuenta del año 1590 entregada por Diego Martín de la Plaza.
Por la cera que vendió, sobrante de las honras que se hicieron por doña Catalina, señora del lugar, 4.887 maravedís y medio.
Por unos cascabeles que se alquilaron a Navalmoral para una fiesta, 8 reales.
(Este apunte se refiere a los cascabeles que utilizaban danzantes en la procesión del Corpus)
Por la pena impuesta a Alonso de Salcedo, tendero, por ciertas faltas que cometió, 12 reales.
Por la alcabala de heredades: Pedro de Querencia, vecino de Navalmoral, vendió unas tierras a Alonso Gómez Buenhombre; Martín Hernández, vecino de Cebolla vendió unas cepas a Francisco Gómez, su cuñado. Total 44 reales.
Cuenta del año 1591 entregada por Diego Díaz, vecino de esta villa, como albacea y testamentario de Francisco Rodríguez, difunto.
-Por la alcabala de heredades: Toribio Sánchez compró una tierra a Blas del Cerro, de Navalucillos; Juan Díaz de Aguero compró un majuelo a un vecino de Navalmoral. Total 3.094 maravedís
Por penas impuestas a Diego Rodríguez por faltas en la taberna; y a Martín Díaz, tendero, 800 maravedís.
Cuenta del año 1592 entregada Juan García de la Llave.
Por el arrendamiento de la pieza del concejo que está en la plaza y que la ha tenido Juan Ortiz hasta el año pasado, 3 ducados.
Por la sisa de la carnicería, 22.765 maravedís.
Por la sisa de la carnicería, a Juan de Solana, 22.500 maravedís.
(La sisa era un impuesto municipal sobre los productos de primera necesidad. Se aplicaba de la siguiente forma, el comprador pagaba, por ejemplo un kilo de carne, pero el carnicero le entregaba 7/8 de ese kilo, el 1/8 restante era para el municipio, es decir se lo habían «sisado»)
Por lo que cobró del concejo de la villa de Malpica de la parte que le tocó del repartimiento de los millones de la paga del año pasado, 9.387 maravedís
Por la misma razón, de Navalmoral, 31.290 maravedís
Por lo mismo, de Santa Ana, 10.901 maravedís y medio.
(Estos tres apuntes posiblemente fuera la continuidad de las aportaciones para los puentes de Madrid, pues se cobraron de tres veces)
Por tres fanegas de trigo que Navalmoral pagó a esta villa de la parte que se tomó por concierto que pagase de la renta del ejido del dicho lugar, 6.188 maravedís.
Por la alcabala de heredades: de Pedro Martín y Luis Gómez, vecinos de Villarejo; de Juan Sánchez de la Cuesta, vecino de Villarejo, de ciertas tierras que vendió a Andrés de Alarcón. Total 3.924 maravedís
Por la pena impuesta a Francisco de la Iglesia, tabernero, por haber consentido jugar en la taberna, 6 ducados.
(El juego también necesitaba de la autorización de los regidores)
Cuenta del año 1593 entregada por Alonso Martín.
Por el alquiler de la casa que este concejo tiene en la plaza, que se arrendó para la taberna a Francisco de la Iglesia y sus fiadores, 15 ducados.
Por la alcabala de heredades: Luis López vendió una casa en esta villa; de Miguel de la Ballesta; Sebastián ¿? vendió una tierra a Juan Martínez; Pedro Martín, del Villarejo, vendió un majuelo a Juan Sánchez Pulido. Total 91 ducados.
Por lo cobrado a los vecinos de esta villa para la fiesta que se hizo cuando se pasó el Santísimo Sacramento de la capilla vieja de la iglesia a la capilla nueva (el 29 de abril), 730 ducados.
Por lo que cobró de Miguel de Belorado de la parte de la calle que se hizo por detrás de su casa, 1.000 maravedís.
(Al igual que ocurre hoy, los beneficiados por mejoras en las calles, aportaban al coste dichas mejoras, en este caso le correspondió a Miguel de Belorado, Alcalde Mayor, que ni por esas se libró de pagar, lo que nos hace ver como la administración municipal funcionaba con criterios de igualdad a la hora de contribuir a las arcas municipales, también lo observamos en otros vecinos que pagaron penas o sanciones y luego aparecen como mayordomos».
Cuenta del año 1594 entregada por Alonso de Espinoso.
Por la renta de la casa de la calahorra, que la tuvo ciertos días Cristóbal Ruiz, 6 reales.
Por la carne y el pellejo del toro de San Juan, 6050 maravedís.
Por la alcabala de las heredades: Miguel de la Ballesta vendió una casa a Pedro Gómez de Carmena; otra que vendió Juan Gómez. Total 42 ducados.
Por lo que cobró de Bartolomé García de cierta parte del ejido que se le dejó con consentimiento de la justicia, 20 ducados.
(El apunte anterior corresponde a la venta de una parte del ejido, que era un terreno comunal)
Cuenta del año 1595 entregada por Bartolomé de Espinoso.
Por las demandas de las ánimas y las misas de Nuestra Señora, 11.260 maravedís.
Por la venta de un poco de ejido a Bartolomé García, junto al huerto que fue de Montalbo, de conformidad de toda la justicia, 20 reales.
Por la venta de un arca vieja del concejo que se hizo por orden de la justicia, 6 reales.
Por la venta de unos cascabeles que tenía el concejo a Juan Bautista, 8 reales.
Por las alcabalas de heredades que se han vendido por forasteros en esta villa: una tierra y majuelo de Miguel de la Ballesta; Claudio López vendió una tierra a María Gómez, viuda de Francisco Rodríguez; Francisco Hernández de La Mata vendió una parte de casas y dos de majuelo a Alonso Martín. Total 3.355 maravedís.
Cuenta del año 1596 entregada Francisco de Toledo.
Por demandas de las ánimas del purgatorio y misas de Nuestra Señora, 11.757 maravedís
Por el alquiler de la tienda del concejo a Francisco García, dos ducados.
Por una pena impuesta a Luis López, tendero, 200 maravedís.
Por la hierba que pastaron las ovejas de Pedro González, vecino de Villamiel, en término de esta villa, 250 reales.
(Villamiel, municipio próximo a Fuensalida)
Por la hierba que pastaron las 150 ovejas de Benito Ruiz, vecino de Domingo Pérez, en término de esta villa, 250 reales.
Por la carne, menudo y cuero del toro que se corrió en la fiesta del Santísimo Sacramento, 5.088 maravedís.
(La fiesta del Santísimo Sacramento, hoy el Corpus, era una de las fiestas principales del municipio, se realizaban bailes, danzas y como vemos encierros)
Por la alcabala de las heredades: los herederos de la mujer de Cristóbal Serrano vendieron un majuelo a Catalina de la Llave; Bartolomé García Millán vendió unas casas a Coca Pastor; Bañares vendió un majuelo a Agustín Gaitán; Andrés Rodríguez vendió un majuelo a Pedro Martín, del Villarejo; los herederos del alfarero que vivió en esta villa vendieron una casas a Juan de ¿Zemisles? y a Juan Sánchez; Luis de Paredes vendió unas casas a Francisco García; los herederos de Diego Sánchez vendieron unas casas a Pedro Ramírez. Total 122 reales.
Hasta aquí los ingresos, el capítulo de gastos es más amplio y lleno de curiosidades, que intentaremos resumir y publicar.
AGRADECIMIENTOS:
Una vez más he de agradecer a Luis Bartolomé Marcos y a Pilar Díaz García por haberme facilitado la información necesaria del Libro de Cuentas para la realización de este artículo.